Viajar con medicamentos

El destino del viaje es muy importante a la hora de decidir qué medicamentos llevar en el avión: en Europa se pueden transportar generalmente sin problemas, mientras que, en otros países, el acceso puede estar restringido por estrictas normativas.
En vuelos con destinos internacionales, es necesario que el pasajero lleve consigo un certificado médico en lengua inglesa que acredite que el tratamiento es indispensable.
La prescripción para llevar los medicamentos en el avión debe tener una antigüedad de menos de un mes y en ella deberá figurar obligatoriamente:
- Nombre, apellidos y fecha de nacimiento de quien usa el medicamento,
- Nombre, apellidos, título, dirección profesional y firma del médico,
- Datos del medicamento: nombre común (no el comercial, que puede ser diferente en el extranjero), cantidad, concentración y posología.
Es imprescindible llevar los medicamentos en el equipaje de mano si se tienen que tomar durante el vuelo. Los medicamentos líquidos como jarabes y gotas deben transportarse en envases de máximo 100 ml de capacidad.
Debido a las bajas temperaturas que existen en bodega del avión, ciertos medicamentos, como la insulina, deberán necesariamente ser transportados en el equipaje de cabina. Los bolígrafos de insulina no requieren ninguna documentación médica que acredite su imprescindibilidad.
Importante: Según la norma general de seguridad aeroportuaria, no se pueden transportar jeringas en la cabina. En el caso de ser imprescindible, el pasajero puede llevar jeringas a bordo si aporta un certificado médico y poniéndolas en una bolsa de plástico transparente para poderlas exhibir durante el embarque.